Página:Los Césares de la Patagonia.pdf/96

Esta página ha sido corregida

tropa de carretas avanzaba tarda y perezosamente por la dilatada llanura, haciendo rechinar las formidables ruedas de los pesados armatostes.

La gente del Tucumán, desde un principio, fué sinrival en la construcción y manejo de estos vehiculos. Y aún sigue siéndolo. La pampa es tan grande que, á pesar del avance de la locomotora, ofrece en muchos parajes la visión de este primitivo sistema de transporte.

La célebre carreta tucumana mide próximamente una longitud de 15 metros, y lleva como carga máxima 1.800 kilogramos, Tiran de ella seis bueyes, y en los viajes largos van detrás más bueyes de repuesto. Del cóncavo del techo sale una larga pértiga horizontal ó llamador, á cuyo extremo va una red de la que cuelga una cola de buey. De noche se pone un farol en la punta de esta especie de bauprés, y en tal guisa, la carreta es como un navío de la pampa que lentamente va abriéndose camino por el mar de hierba. La tropa ó convoy de carretas va al mando de un capataz, con maestro y oficiales. El "maestro" es el carpintero, y recibe un sueldo fijo, haya ó no necesidad de su trabajo.

Hemos de representarnos, pues, la tropa de carretas de Cabrera como un regimiento moderno de pontoneros en el que parte de la gente hace de