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CAPITULO XI
La feria de Nahuelhuapí

Entendiendo el misionero que los medios espirituales no eran suficientes para domar la ferocidad de sus neófitos, apeló á otros medios civilizadores.

Contaba la misión con algunos recursos procedente; de las limosnas de las ciudades de Chiloé y del sínodo abonado por las cajas reales de Chile. Con el primer dinero que juntó, compró Mascardi algunas vacas como base de sustentación para la misión y contrató carpinteros chilotes para que levantaran las primeras casas. Las mulas iban y venían de Ralún á Nahuelhuapí, por el boquete de Buriloche, trayendo tablas de alerce, tejas, fardos de lana y útiles de labranza, pues también se proponía el misionero que los indios aprendieran á tejer y á cultivar la tierra. Su afán era atraerlos á la vida en poblado, primera etapa de la vida civilizada.