Página:Los Anales de Cayo Cornelio Tácito. Tomo I (1890).pdf/208

Esta página no ha sido corregida
190
Cayo Cornelio Tácito.

chusma á Frejulio. Mas el nervio principal eran ocho legiones junto al Rhin, ayuda pronta y común contra los Germanos y contra los Galos. Tres había en las Españas nuevamente conquistadas, dos en lo restante de África, habiendo los Romanos dado los Mauros al rey Juba (1). Otras tantas en Egipto, y cuatro de la Siria hasta el Eufrates; cuanto rodea todo aquel gran seno de tierra, confinada del Hibero, del Albano y de los otros reyes defendidos con nuestra potencia de los imperios extranjeros. La Tracia estaba partida entre Rometalce y los hijos de Coti. Guardaban las riberas del Danubio dos legiones en Panonia y dos en la Misia: otras dos estaban en Dalmacia á sus espaldas, como por socorro de las cuatro, y en lugar acomodadopara acudir con presteza á Italia en los casos improvisos; si bien tenía Roma su guardia de por sí, es á saber: tres cohortes urbanas y nueve pretorias de soldados escogidos, por la mayor parte de Toscana, de la Umbría, del antiguo Lacio y de las viejas colonias romanas. Había fuera de esto en los lugares oportunos de las provincias galeras de confederados, cohortes de infantería y alas de caballos de las ayudas; fuerzas poco inferiores á las sobredichas, aunque no estables ni siempre de una manera, mudándose de unas partes á otras, creciendo y menguando de número conforme á la necesidad.

No me parece que será fuera de propósito dar cuente también del estado en que se hallaban las demás cosas de la república, y de la forma en que se sustentaron hasta este año, que fué en el que comenzó Tiberio á empeorar su gobierno. Primeramente los negocios públicos y de los particulares los más importantes se trataban ante los senadores, dándose á los más aparentes facultad de discurrir, tal, que cayendo en adulación, el mismo Tiberio los refre(1) Era hijo del otro Juba que había combatido en Africa contra César y que se suicidó después de la batalla de Tapso.