Página:Los Anales de Cayo Cornelio Tácito. Tomo I (1890).pdf/206

Esta página no ha sido corregida
188
Cayo Cornelio Tácito.

y allegados de los tales, honras, cargos, y hasta gobiernos de provincias: en que Tiberio se mostraba tan fácil y tan inclinado á tener por bien cuanto Seyano hacía, que no sólo en los razonamientos particulares, pero en el senado y al pueblo le celebraba por compañero de sus trabajos, y permitía que sus estatuas estuviesen por los teatros, por las plazas, y en los principios de las legiones.

Mas lo que retardaba sus intentos era el ver la casa imperial tan llena de Césares (1), el hijo ya hombre, los nietos crecidos, y el conocido peligro que había en quererlos oprimir á todos de una vez. Y pareciéndole que el proceder con engaño necesitaba de varios intervalos, eligió el camino más oculto y el comenzar por Druso, con quien tenía odios recientes. Porque Druso, sufriendo impacientemente á Seyano por émulo, tratándole con ánimo alterado, llegando acaso á palabras, alzó la mano para herirle, y al querer Seyano volverse contra él le alcanzó á dar en el rostro. Y así pensándolo todo, escogió por más breve camino el ganar á Livia, mujer de Druso y hermana de Germánico, la cual, de fea muchacha que era, se había hecho hermosísima mujer. Con ésta, engañada con falsos amores, cometió adulterio; y después que perpetrada la primer maldad se apoderó de ella, siendo así que la mujer que una vez abandona su honestidad no sabe ni puede negar cosa á quien dió la de más estima, con facilidad la induce á esperanza de mujer propia, compañía en el reino, y á dar la muerte á su marido. Aquélla, digo, de quien era abuelo Augusto, Tiberio suegro, llena de hijos de Druso, que con un mal nacido y vil adúltero (2) se infamaba á sí misma, á sus mayores y á sus descendientes; trocando el estado presente honesto, por unas infames y dudosas espe(1) A saber: Druso y sus hijos y los de Germánico.

(2) Tácito le llama municipali adultero, esto es, nacido en un municipio, que no era ciudadano romano.