Página:Los Anales de Cayo Cornelio Tácito. Tomo I (1890).pdf/199

Esta página no ha sido corregida
181
Los anales.—Libro III.

de concurrir al proconsulado de Asia fué dada á uno de los consulares más propincuo al Maluginense.

En aquellos días Lepido pidió licencia al senado para poder reedificar y adornar á su costa el palacio llamado la basílica de Paulo (1), memoria del linaje de los Emilios.

Estaba todavía en uso la magnificencia pública: ni Augusto —impidió á Tauro, á Filipo, ni á Balbo (2) ef gastar los despojos enemigos y sobradas riquezas en ornamento de la ciudad y gloria de sus sucesores; con cuyo ejemplo Lepido, aunque no muy rico, renovó el esplendor de sus abuelos.

Habíase quemado accidentalmente el teatro Pompeyano, y.

César prometió de reedificarle, por cuanto no quedaba ya persona de aquel linaje que tuviese caudal para emprenderlo, ordesando que se le quedase el mismo nombre de Pompeyo. Loo mucho con esta ocasión el trabajo y diligencia con que Seyano había impedido la mayor parte del daño que pudiera haber hecho el fuego, en cuya remuneración decretó el senado que se le pusiese una estatua en el mismo teatro. No mucho después, honrando César con las insignias triunfales á Julio Bleso, procónsul de Africa, dijo que daba aquella honra á Seyano, de quien Bleso era tío, dado que sus acciones verdaderamente eran dignas de aquel honor. Porque si bien Tacfarinas había sido echado muchas veces de la provincia, reparado con las ayudas de los lugares mediterráneos de Africa, había llegado á tanto atrevimiento, que envió embajadores á Tiberio, pidiéndole que vedado, lo propio que á los flamines de Júpiter y de Quirino, ausentarse de Roma.

(1) Esta basílica, empezada en 704 por L. Emilio Paulo, cónsul, fué acabada en 720 por Paulo Emilio Lepido, siendo también cónsul, y reedificada después de un incendio por otro Emilio, lo que justifica el titulo que le da Lepido de monumento de los Emilios.

(2) Estatilio Tauro, prefecto de Roma en tiempo de Augusto, levantó á sus espensas un anfiteatro en el Campo de Marte, Marcio Filipo un templo á Hércules Musagete, y Balbo un teatro.