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Los anales.—Libro II.

—11BRO II.

Pisón de partirse de Siria; mas mudó de parecer, advertido de la enfermedad de Germánico. Poco después, con el primer aviso de que mejoraba, viendo que se satisfacía á los votos hechos por su salud, mandó que sus lictores arrojasen por el suelo las víctimas y el aparato de los sacrificios, turbando el regocijo con que solemnizaba aquella fiesta el pueblo de Antioquía. De allí pasó á Seleucfa (1) á esperar el suceso de la nueva enfermedad en que Germánico había recaído, cuya violencia era fieramente acrecentada con persuadirse á que había sido atosigado por Pisón; en cuya prueba se hallaban osamentas y reliquias de cuerpos humanos, versos, conjuros, el nombre de Germánico esculpido en planchas de plomo, cenizas medio quemadas mezcladas con sangraza podrida, y otras muchas suertes de bechicerías, por las cuales se cree ofrecer las almas á los dioses infernales. A más de esto, eran acusados algunos de haber venido de parte de Pisón por espías del estado en que estaba la enfermedad.

Tomaba estas cosas Germánico no con menor enojo que miedo: «si por ventura se atrevía Pisón á sitiarle en su propia casa, si rendía el espíritu á vista de sus enemigos, ¿qué sería después de su miserable mujer y de sus tiernos hijuelos? Quizá, decía él, le parecerá que tarda el veneno en hacer su operación y solicitará las cosas á fin de quedar sólo con la provincia y con las legiones; pero aun no está tan acabado Germánico, ni le quedará al traidor el premio del homicidio». Escribe con esto una carta, por la cual despide á Pisón de su amistad. Añaden muchos que le mandó salir de la provincia. Pisón se embarca luego y hace vela, aunque dando tiempo al tiempo para poder ser más presto (1) Encuéntranse en la geografía antigua hasta trece ciudades de este nombre. La Seleucia de que se hace mención en el texto, estaba situa la á algunas millas de Antioquia, cerca del desembocadero del Orontes. y llevaba el sobrenombre de Piería, por estar cerca de una montaña llamada por los Macedonios Pierus.