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Cayo Cornelio Tácito.

peleando los Queruscos y Longobardos por su antiguo esplendor y por la reciente libertad, y los otros por aumentar su señorío. No se vió jamás batalla de ejércitos más poderosos ni de más dudoso suceso, habiéndose rompido en entrambas partes los cuernos derechos. Esperábase nueva batalla si Maroboduo no retirara su ejército á las montañias. Esto fué indicio de haberse llevado lo peor, y privado de los que poco a poco le iban desamparande, se retiró á las tierras de los Marcomanos, babiendo enviado embajadores á Tiberio por ayuda. Respondiósele «que sin razón pedía las armas de los Romanus contra los Queruscos, no habiéndoles ayudado jamás en las guerras que tuvieron contra los mismos Queruscos». Envióse con todo eso á Druso, como se ha dicho, para asentar la paz.

En este año se asolaron en Asia doce ciudades (1) por terremoto venido de noche, que hizo la calamidad más improvisa y más grave, habiendo faltado el acostumbrado socorro de huir á lo descubierto, porque, abriéndose la tierra, eran sorbidos los hombres. Cuentan haberse allanado altí(1) En un monumento descubierto en 1693 en Puzzoles, que es un hermoso mármol de siete palmos de largo y otros tantos de ancho, con cinco de altura, y que había servido de base á una estatua colosal de Tiberio, se ven representadas catorce figuras de mujeres representando otras tantas ciudades, y teniendo al pie por leyenda el nombre de la que cada una de ellas simboliza, de lo cual se deduce que fueron catorce, y no doce, como dice Tácito, las ciudades arruinadas. Si hubo en ello equivocación de parte del escritor ó descuido de parte de los copistas, dificil, si no imposible, es resolverlo. Cotejando las inscon el texto de se ve que faltan en éste los nombres de las ciudades de Efeso y Cibira. Sobre ese importante mármol escribió una eruditísima Memoria Antonio Butifón, con una descripción detallada del mismo, del cual dieron un extracto los anotadores de la versión española del Tácito, y al cual remitimos á nuestros lectores. Además del monumento de Puzzoles, destinado, no tanto á inmortalizar el suceso como el acto generoso de Tiberio, se acuñaron medallas en cuyo anverso se leia: TI. CESAR. DIVI. AUG. F. AUGUST. P. M. TR. P. XXIII, y en el reverso: CIVIT. ASIA RESTIT.