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Cayo Cornelio Tácito.

doliéndose Ummidio de que se le quitase de las manos el fruto de lo que había alcanzado por su consejo y solicitud. Mas Corbulón protestaba en contrario que no se había dispuesto el rey á ofrecer los rehenes hasta que, por la elección que se hizo de su persona para general de aquella empresa, se le convirtió la esperanza en temor. Nerón, por acomodar las diferencias entre ellos, mandó que se publicase cómo por los prósperos sucesos de Quadrato y de Corbulón se había podido añadir la corona de laurel á los fasces imperiales (1). He puesto juntas todas estas cosas aunque sucedieron en el siguiente consulado.

En este mismo año pidió César al senado que con su decreto se dedicase una estatua á Gneo Domicio, su padre, y que se diesen las insignias consulares á Labeón Asconio, que había sido su tutor; y juntamente prohibió que á él se le dedicasen estatuas de oro y plata macizas, como se le ofrecieron. Y aunque ordenaron los senadores que de all adelante se contase el principio del año desde el primer día de Diciembre, en que nació Nerón, quiso con todo eso conservar la antigua religión de comenzarle en las calendas de Enero; y no consintió que se admitiese la acusación que cierto esclavo hacía contra Carinate Celere, senador; ni 92 (1) Cuando un general había alcanzado una victoria, dice en su Dic. Rich., se adornaban con hojas de laurel las haces que llevaban delante de él, y los emperadores añadían también una corona ó un ramo de laurel á las suyas en honor de sus generales que se hubiesen hecho dignos de aquella distinción. Más adelante, empero, como observa Lipsio, se vino á corromper esta costumbre por la adulación, y se estableció que las haces de los principes estuviesen siempre laureadas para que se distinguiesen de las de los demás magistrados. No se sabe á punto fijo cuándo se principiaron á usar las haces laureadas; lo cierto es que poco á poco se fueron introduciendo no sólo laureadas sino también doradas. Claudiano en su panegirico al sexto consulado de Horacio dice: Agnoscunt rostra curules Auditas quendam desuetaque cingit, Regius auratis fora fascibus Ulpia lictor.