Página:Los Anales de Cayo Cornelio Tácito. Tomo II (1891).pdf/24

Esta página no ha sido corregida
18
Cayo Cornelio Tácito.

muestra la ley Curiata (1), renovada por Lucio Bruto. Quedó después de ellos en los cónsules la autoridad de elegirlos, hasta que el pueblo quiso también esta honra para sí, siendo los primeros que salieron nombrados por él, Valerio Poti'o y Emilio Mamerco, con obligación de seguir los ejércitos (2), treinta y tres años después que fueron echados los Tarquinos. Creciendo después los negocios, se añadieron otros dos para que residiesen en Roma. Doblóse tras esto el número luego que acabó de ser tributaria Italia, para exigir los pechos y alcabalas de ella y de las provincias. Después por una ley de Sila llegaron á ser veinte, para henchir el senado á quien había dado autoridad de juzgar el mismo Sila. Y aunque después cobraron los caballeros la autoridad de juzgar, se concedían con todo eso graciosamente las (1) Llamábase así al acto por el cual el pueblo romano, reunido en curias, confirmaba un testamento ó una adopción, ó aquel por el que investía á los magistrados del mando militar, imperium, y sin el cual no posefan más que la autoridad civil, potestas. «Aqui se trata, dice Burnouf, de la ley que regulaba el poder de los reyes y que se renovaba al principio de cada reinado. Bruto la renovó también, á fin de conferir á los cónsules los mismos poderes que habían tenido los reyes, á quienes venían á reemplazar.» (2) En este caso se aparta Tácito de Livio y de otros muchos: primeramente, dice, fueron creados dos cuestores militares, después se crearon otros dos urbanos, y á esto dice Livio, IV, 43, que al principio no había sino dos urbanos, añadiendo posteriormente otros dos militares que ayudasen á los cónsules cuando estaban para marchar á la guerra. Toda esta disputa juzga Ernesto que se reduce á que siempre hubo cuestores creados por los cónsules; pero teniendo éstos precisión de valerse en la guerra de los cuestores, á cuyo cargo estaba el manejo del dinero, fué te mbién preciso que ellos fuesen creados por el pueblo en los comicios curiados, para que se hiciesen cargo de la milicia. Esto se infiere de que por la ley Curiata se creaban cuestores que asistiesen á los cónsules y á los mismos procónsules. Cuidaban del tesoro público, después iban á campaña, y por esta razón en tiempo de guerra casi siempre estaban fuera de la ciudad, de donde provino la costumbre de crearse dos urbanos, cuando los cónsules salían á la guerra.— ERNESTO.—N. de la E. E.