Página:Los Anales de Cayo Cornelio Tácito. Tomo II (1891).pdf/238

Esta página no ha sido corregida
232
Cayo Cornelio Tácito.

éste después al príncipe, á quien dando cuenta del urgente peligro en que estaba por causa de la conjuración y de las demás cosas que había oído y conjeturado, le muestra también el puñal mismo preparado para quitarle la vida, instando en que se asegurasen de Cevino; el cual, arrebatado por los soldados y traído á la presencia de César, comenzó á defenderse, diciendo: «que el puñal con que le argüían había sido tenido en gran veneración por su padre, guardándole en el propio aposento en que dormía, de donde con engaño se le había robado el liberto: que otras muchas veces había sellado su testamento sin observancia alguna de días: que otras veces también había dado libertad y dineros á sus esclavos, y si entonces se había mostrado con ellos más liberal era porque, hallándose ya con poca hacienda y más apretado que nunca de sus acreedores, desconfiaba de que se pudiesen cumplir sus últimas voluntades: que siempre había procurado comer espléndidamente y pasar una vida alegre y rogocijada, aunque murmurada por esto de los severos jueces de nuestras acciones: que no se habían aparejado por su orden vendas ni medicamentos para curar heridas, sino que resolviéndose el liberto de imputarle cosas notoriamente falsas, le había parecido añadir aquella en que se podía notar alguna apariencia de delito y en que él pudiese á un mismo tiempo hacer oficio de acusador y de testigo.» Dijo todas estas palabras con un ánimo tan constante y tan franco, acusándole de hombre infame y abominable con tanta seguridad de voz y poca mudanza de rostro, que comenzaba á desvanecerse el indicio y á vacilar el acusador, si no le advirtiera su mujer de que Antonio Natal había tenido largas y secretas pláticas con Cevino, y que entrambos eran intimos amigos de Cayo Pisón.

Traído, pues, para esta averiguación Natal, y examinados separadamente sobre lo que habían hablado y conferido entre sí, como no se conformasen en las respuestas,