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Cayo Cornelio Tácito.

alcanzando de más lejos las piedras y lanzas que se arrojaban con los ingenios que lo que ellos podían alcanzar con sus saetas. Echado el puente, ocuparon las cohortes auxiliarias los collados de la otra parte del río, y pasando las legiones, plantaron en ellos sus alojamientos, con tanta presteza y demostración de grandes fuerzas, que los Partosdejando las prevenciones que habían hecho para acometer á Siria, volvieron toda su esperanza al reino de Armenia; á donde estaba Peto tan ignorante del peligro que se le aparejaba, que tenía apartada en Ponto la legión quinta, y las otras debilitadas por las muchas licencias que sin consideración ni tiento había dado á la gente de guerra, hasta que tuvo aviso que Vologeso se le venía acercando con grueso y terrible ejército. Con esto hace llamar á la legión doce, y donde esperaba ganar fama de haber aumentado su ejército, no hizo otra cosa que mostrar cuán deshechas y flacas estaban las legiones. Sin embargo, hubiera podido conservar con ellas los alojamientos, y alargando la guerra, burlarse de los Partos, si supiera tener constancia en sus propios consejos ó en los ajenos. Mas cuando los hombres prácticos en la milicia le habían dado advertimientos contra los casos urgentes, aunque mostrase quedar resuelto en ejecutarlos, porque no pareciese que necesitaba de consejo ajecomo estaban construídas. Sábese, sin embargo, que las había de diferentes dimensiones, y se las distinguía en majores y minores. Las había que servían como máquinas de campaña, y se las colocaba sobre carros tirados por caballos ó mulos, de suerte que se las pudiese trasladar con facilidad á cualquier punto del campo de batalla; dábaseles el nombre de carrobalista, y de ellas existe una representación en la columna de Marco Aurelio. La catapultá era también un ingenio destinado especialmente á lanzar dardos ú otras armas arrojadizas. Dápase también á veces este nombre al dardo disparado por la máquina.

Vitruvio lo describe muy detalladamente, y como además de esto se ve representada hasta seis veces en la columna Trajana, conocemos mejor su mecanismo que el de la balista. Lo mismo que ésta, se la colocaba á veces en un carro para llevarla de una parte á otra del combate.