Página:Los Anales de Cayo Cornelio Tácito. Tomo II (1891).pdf/13

Esta página no ha sido corregida
7
Los anales.—Libro XI.

rey de los Iberos, de quien fué avisado que los Partos con sus discordias tenían poco cuidado de las cosas importantes de aquel reino, y de las menores ninguno. Porque durante muchos actos crueles de Gotarces (que había intentado quitar la vida á su bermano Artabano y á su mujer é hijos, de quien también los demás vivían con espanto) se habían resuelto en llamar á Bardanes. Este, siendo como era atrevido y pronto para cosas grandes, habiendo caminado en dos días al pie de ochenta leguas (1), acomete y ahuyenta á Gotarces, desproveido y medroso; y ein poner dilación, se apodera de los gobiernos vecinos, recibido de todos, salvo de los de Seleucia. Airado, pues, contra ellos, como contra gente que había sido también rebelde á su padre, llevado del enojo más de lo que le conviniera en aquella sazón, determinó de poner sitio á aquella ciudad fortísima de murallas, rodeada de un gran río y bien proveida de municiones. Entre tanto, Gotarces, reforzado del poder de los Dahos y de los Hircanos, renueva la guerra; y Bardanes, constreñido á levantarse de sobre Seleucia, lleva su cjército á los campos Bactrianos.

Con esto, hallándose divididas las fuerzas de Oriente con gran incertidumbre del suceso, se dió comodidad á Mitrfdates de ocupar el reino de Armenia, sirviéndose para expugnar los lugares difíciles del valor de los soldados romanos, y de los Iberos para correr y robar la campaña. No hicieron los Armenios otra resistencia después de la rota de Demonactes, prefecto suyo, que se atrevió á presentar la batalla. Quien dió algún impedimento fué Cotis, rey de Armenia la Menor, habiendo acudido á él algunos de los principales; mas refrenado por cartas de César, cayó todo en manos de Mitridates, mucho más cruel y riguroso que (1) (El original dice tres mil estadios). Probablemente el pequeño estadio de Aristóteles, en cuyo caso sería la distancia de setenta y cinco leguas francesas. Cuesta trabajo concebir tanta velocidad.