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Cayo Cornelio Tácito.

se mostró tan apartado, que podía antes ser visto que oído.

De esta manera, sin llegar al parlamento, el capitán romano hizo volver su gente á las alojamientos.

El Rey, ó que sospechase de algún engaño viendo mover las legiones hacia diversas partes, ó por impedirnos las vituallas que venían del mar Ponto y de la ciudad de Trapisonda, se partió á gran priesa. Mas no pudo embestir el convoy de las vituallas, por venir por la vía de los montes y guardado de buena escolta. Y Corbulón, por no llevar el negocio en largas, y por necesitar á los Armenios á defender sus cosas propias, determinó de destruir los castillos circunvecinos; y él mismo toma para sí la expugnación del más fuerte, llamado Volando. Los menos importantes cometió á Cornelio Flaco, legado, y á Isteo Capitón, teniente de maestro de campo general (1). Con esto, reconocidas las defensas enemigas y proveídas las cosas convenientes para el combate, amonesta á sus soldados «que se apresuren en quitar aquel refugio y retirada al enemigo vagabundo; el cual, rehusando igualmente la batalla y la paz, confesaba con la huída su cobardía y falta de fe. Y que así procurasen sin dilación ganar á un mismo tiempo honra y provecho.» Hechas, pues, del ejército cuatro partes, á unos mandó hacer la tortuga para debajo de ella arrimarse y zapar la mu(1) Nuestros lectores podrán aceptar ó no esta denominación tratándose de ejércitos romanos. Nosotros preferimos dejar á las cosas su propio nombre, y llamarle á Capitón, prefecto del campamento, sobre todo cuando, como en el caso actual, no se pueden con exactitud equiparar las atribuciones de un jefe militar con ninguno de los cargos de nuestra milicia. He aquí lo que dice el autor inglés del Dic. de antig. romanas y griegas, tantas ve ces citado, acerca de ese empleado: «Era un oficial agregado á cada legión romana, que tenía á su cargo el escoger el sitio á propósito para sentar los reales, proporcionar á los soldados los instrumentos y materiales necesarios para ello, vigilar la construcción de las obras de defensa, cuidar de los bagajes de las legiones, atender á los enfermos y heridos, á los abastos, máquinas de guerra, etc.»