Página:Los Anales de Cayo Cornelio Tácito. Tomo II (1891).pdf/108

Esta página no ha sido corregida
102
Cayo Cornelio Tácito.

cuya amistad floreció. Yo, que acostumbro á escribir llanamente todo aquello en que los autores concuerdan, en viéndolos discordes entre sí, pienso calificar las opiniones poniendo sus nombres. Amedrentado Nerón y deseoso de dar la muerte á su madre, no lo difiriera si Burrho no le hubiera prometido de hacerla morir en el mismo punto que fuese convencida del hecho. «Mas que á nadie, cuanto más á su madre propia, se podían negar las defensas: que no habían comparecido aún los acusadores, ni se había oído otra cosa que el dicho de un enemigo respecto á la casa en que vivía: que no alababa las resoluciones tomadas de noche, y más en noche de banquete, pues cuanto se biciese en ella estaba más cerca de ser tenido por temeridad que por prudencia.» Mitigado con esto el temor del príncipe, y venido el día, se va el prefecto á notificar la acusación á Agripina para que se justifique ó pague la pena. Llevó Burrho comisión de hacer la embajada delante de Séneca, asistiendo también algunos libertos para notar las palabras que se dirían. Y habiendo Burrho declarado los delitos y sus autores, usó después de grandes amenazas. Mas Agripina, no pudiendo olvidar su fiereza natural y sobrado brío: «No me maravi»llo, dijo, que Silana, que jamás parió, ignore los afectos y »pasiones maternales. No se pueden trocar y olvidar tan »fácilmente los hijos por las madres, como por las mujeres »deshonestas los adúlteros. Y si Titurio y Calvisio, después »de haber consumido en glotonerías sus haciendas, quieren »dar á una vieja este último contento de tomar á su cargo »el acusarme, no por eso es razón que yo quede expuesta »á la infamia del parricido ó en el pecho de César la sos»pecha de él. Daría gracias por cierto á Domicia hasta del »mal que me desea, si toda su emulación para conmigo »fuese sobre cuál de las dos quiere más á mi Nerón. ¿Qué »»tiene que ver este cuidado, con estarse ella ahora en com»pañía de su adúltero Atimeto y de su Paris, comediante,