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nuestro territorio, lo cual explica las diferencias de aspecto que óstas presentan en cuanto a su vegetación. El suelo es «arenoso al pie de las altas montañas, en las costas de los ríos y del océano; en otros parajes el suelo es tan arcilloso, que con facilidad se forman pantanos; y, por último, gran- des extensiones están cubiertas de rica tierra vegetal, que hace-la fortuna de quienes la cultivan.
Sin embargo, tengan presente que aun bajo los suelos más ricos en humus, cuando se les excava, siempre se encuen- tra piedra o tosca, las que forman, por decir así, el fondo de todo terreno, si bien algunas veces se presentan desnudas a flor de tierra, como acontece en las regiones montañosas.
En épocas remotísimas, la superficie del suelo era de roca, y ésta, con la acción del tiempo y del agua, se fué desgastando para formar la arena y la arcilla, substancias que, mezcladas luego a las orgánicas, rellenaron y cubrieron poco a poco las partes antes bajas del suelo.
De la provechosa y entretenida lección que aquel día. recibieron las alumnas de la señorita Matilde, éstas saca- ron varias conclusiones que quiero proponer a ustedes en forma de problemas, para que vean si pueden resolverlos.
ProBLEMAS. — ¿ Por qué, cuando se echa agua sobre una piedra de afilar cuchillos o tijeras, se forma barro al frotarlos contra ella ?
¿ Por qué el hecho de arar un terreno que antes ha producido vegetales lo hace más rico ?
¿Por qué no son aptas para el cultivo las montañas escarpadas ?
¿Qué plantas prosperan bien en las tierras arenosas ? ¿Cuáles son pro- pias de los pantanos o lugares fangosos ?
¿Cómo es la vegetación a orillas del mar? ¿Cómo en las moniañas ? ¿Por qué?
