Esta página no ha sido corregida
— 198 —
Debes confesarlo todo a tu mamá que, estoy se- gura, recibirá con esa confesión una alegría muy grande. ¿Qué cosa puede ser más dulce para una madre, que comprobar los buenos sentimientos de su hijita adorada?
No temas, Susana; dile la verdad cuando la abraces esta noche, y verás cuán aliviada quedas. Después ven a darme un beso y a oir un bonito cuento que he encontrado para tí.
Te abraza con cariño
Raquel.