indicios y otros documentos relacionados con un crimen enigmáticoque el lector, convertido en único detective, debía resolver. El primer título publicado fue Murder off Miami, de Dennis Wheatley y J. C. Links. Borges le dedica inmediata- mente una reseña en las páginas de El Hogar: "Sepa el asombrado lector que-no se trata de un libro sino de un expediente-que incluye un telegrama facsimilar de la Western Union, varios informes periciales, dos o tres cartas man uscritas, un plano, declaraciones firmadas de testigos, fotografías de testigos, un jirón de cortina ensangrentado y un par de sobres; sepa también el asombrado lector queen uno de los sobres hay un fósforo de madera y en el otro cabello humano”? La idea era tan asombrosa como banal, pero es significativa como forma extrema de una posibilidad a la que el género invitaba desde sus inicios“. primer file, una "novela" policial que no era sino unacolección de testimonios, de dos objetos diferentes que pueden recibir predicados completamente opuestos. Si hablamos de sus textos podemos afirmar, sin vacilaciones, que la mayoría de ellos carece de originalidad. La originalidad del género como tal, sin embargo, es una cuestión distinta. A 150 años de "Los crímenes de la calle Morgue", probable- mente resulta hoy difícil percibir todo- lo que el género presentaba de diferente. Todavía en 1941 Roger Cai l lois podía sorprenderse de ”la situación excepcional de la novela policial en la literatura novelesca", de "su extrema originalidad”““. Hoy necesitaríamos sorprendernos de memoria. El policial surgió como una forma de literatura tan excéntrica que fue mirado como un género que se apartaba, simplemente, de la literatura. La calificación de género "no-literario” que frecuen- temente recibió el policial no siempre fue una sanción negativa. Expresaba también una diferencia, y en algunos casos fue formulada en el contexto de un elogio al género. ”La literatura policial", escribía en 1929 Marjorie Nicholson, “constituye claramente una literatura de evasión, no de la vida, sino de la literatura. Nosotros nos hemos rebelado ante una literatura subjetiva y damos la bienvenida a una literatura objetiva; nos evadimos de la emoción para escuchar el llamado de la inteligencia; queremos evadimos de una literatura que muestra sin cesar hombres y mujeres víctimas de sus glándulas, para irhacia una literatura que sugiere que los hombres y la mujeres pueden urdir sus planes concientemente. Queremos evadimos de ‘ la corriente de conciencia’ que amenaza con engullirnos--en su 36 1 1. Hablar del género policial y hablar de los textos del género policial es hablar
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