Página:Liliana - El torrero - Yanko - Sueño profético (Narraciones).pdf/91

Esta página no ha sido corregida
91
 

de mulos guardados por hombres montados a caballo.

La presencia de seres de nuestra raza en aquellos parajes me colmó de maravilla, que muy pronto, empero, se trocó en temor, pues me vino la idea de que pudieran ser Outlaws, es decir, refugiados en el desierto para escapar a la pena capital por delitos cometidos. Sabía yo por experiencia que estos desechos de la sociedad huyen a países a veces muy lejanos y enteramente desiertos, donde se organizan en destacamentos sometidos a una dura disciplina militar. Con frecuencia han sido fundadores de nuevas sociedades, que vivieron al principio de saqueos y rapiñas, pero que luego, con el constante acrecimiento de población, convirtiéronse paulatinamente en Estados regulares.

Muchas veces había encontrado Outlaws por las riberas montuosas del Misisipí, cuando, en calidad de squatter, mandaba por la vía fluvial mis expediciones de maderamen a Nueva Orleáns.

A menudo había tenido sangrientos encuentros con aquellos bandidos, cuya crueldad y ánimo belicoso conocía perfectamente.

Ningún cuidado me hubieran dado, a no encontrarse Liliana entre nosotros; pero con sólo pensar en el peligro en que podía encontrarse en caso de una derrota y de mi muerte, se me erizaban los cabellos, y yo, por primera vez en mi vida, tuve miedo como el último de los cobardes. Estaba persuadido, además, de que si eran efectivamente