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PIE DE LA ROSA

bos pensauan entre si, quien podia ser el cauallero de vetura q por alli acerto a passar: el qual có mas verdad les auia hablado, q no el falso cauallero de la Sierpe, q los engaño. Este pensamiéto entretenia algun poco el llanto de aquellos Principes, pero como se acordaua dela perdida desu imperial estado de innocencia, parece, que les queria rebentar el coraçon. Estado ellos enesta angustia, descubrio Adam vna muy apuesta donzella: la qual como era en vista suya, boluia el palafren donde venia a caua llo, y conla mayor priessa q podia huyedo, se torna ua por el mesmo camino por donde auia venido. Esto hizo la dōzella algunas vezes, mostrado, que tenia desseo de entrar enlo interior de aql bosque, pero toda via mostraua, tener algun recelo de passar adelante, y aun señalaua, que alguna cosa mon struosa descubria q le causaua pauor. Quádo esto entendio el triste cauallero, desseando sossegar el espato dela dōzella, proueyo de hazerle algunase ñal de seguro, pero hasta que la asseguro la Prince sa Eua, no se determino la donzella de cötinuar su camino, pero viedo las señales de afabilidad, y bue acogimiento q Eua le hazia, hirio el palafren quato pudo có vn açote que traya en su mano, y auque el animal rehusaua de passar adelate, concl tratamieto q le hazia su señora, por no ser lastimado, en tro enel camino, andando co mucha ligereza. Quã do llego la donzella Moraliza cerca del cauallero del prado, el qual antes auia visto muy deforme y feo, apeose del palafren, diziendo: Ay soberano Dios, y que auentura tan estraña es la que veo enesta silua deleytosa? Marauillas muy grades son las

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