do esta debaxo de vuestro vniuersal señorio. No tégo embidia de vuestra prosperidad: antes me ma rauillo della, por ser digna de admiració, y espato: y mas, porq me parece, q os tiene Dios alguna em bidia, pues os ha prohibido el vso de todos los ar boles deste parayso, mádando, q de todos ellos no comays. Mucho querria saber de ti el proposito: porq se os hizo este mádamiento, y a q respecto se oslimitaró los dones, y mercedes: pues esto es argu méto muy grade, por dode parece, q osha embidia el q tata preeminencia os dio, y està con algun recelo de ver lo que valeys, y podeys, có madar, que no comays del arbol que el reseruo para si. Callo se co esto el cauallero dela Sierpe, al qual dixo Eua: No estas bie informado cauallero delas condiciones del madamiéto diuino, sabete, que de todos los arboles deste Parayso comemos: solo del arbol q esta en medio deste jardin nos mãdo el Señor, q no comamos: auiso tenemos, q si comicremos del, moriremos por ello. No quedo poco alegre el ca uallero dela Sierpe cõ hallar respuesta enla dama, viedo, q ya se le abrio camino para vecer la batalla q auia de auer co su cauallero: pero como la hallo con alguna costancia, receló, q perseuerado enella qual entonces estaua Eua, no se podia aprouechar della para láça que le cúpliesse: viendo esto, prouo de doblarla ala parte dela mentira, y dandole algu nos tientos, lè dixo: No tengas esse recelo hermosa donzella, pues no moriras: pero quedo muy côten to, q conozcas la verdad de mis palabras, pues no embalde te dixe, que os auia Dios embidia cō hazeros el madamiëto q me dixiste. Sepas te quepara
que