Capitan dela rebelion el buen desseo delos suyos, dela rebelion el buen desseo delos suyos, mando hazer alarde, y los ordeno a su proposito. Puestos a punto de guerra, no curo de poner enla hueste centinelas ni corredores, porque no creya, qué vuiesse poder tan poderoso, que le pudiesse re sistir. Dexemos estar a Luzbel, y alos suyos, q siem pre entendian en passar adelante su empresa, digamos la fidelidad y valor del auentajado cauallero Miguel, el qual conel restante delos buenos caualleros dela tabla redonda celestial, no quiso venir a la voluntad de Luzbel: pero sabiendo las cautelas, que armaua por ganar las sillas defendidas, proue yo luego lo que cuplia al seruicio del soberano Em perador. Tomo consigo las dos partes dela caualleria celestial, pues eran leales a su Principe, y con esta innumerable vada de caualleros escogidos, de termino de ponerse en guarda delas dichas sillas, y oponerse aquien las quisiesse tyranizar. Yuan el, y los de su manada enlos cauallos, q los vio despues el coronista sant Iuan en sus visiones, mostrando por el blancor dellos la pureza de sus pensamiétos enel seruicio diuinal. Muy luzidos se mostrauan aquellos guerreros armados en blanco delas armas de sus gracias, yquanto mas perseuerauan en su fiel determinacion, tanto mas limpios, y esmerados re luzian sus arneses. Dichosos sueron estos felices ca ualleros, en determinarse por esta parte, y no poco obligados al supremo Emperador, por auer les hecho la merced dela constancia que enian, pues auia sido en su mano valer a Luzbel el desleal, y co mo el, y los suyos, obstinadamente perderse. Hechos todos vn espiritu conla voluntad diuina, pu-
sieron