Página:Libro de cavalleria celestial del pie de la rosa fragante.djvu/115

47

FRAGANTE.

su querido Abel, el qual le tenia adereçado enel limbo muy singular aposento: y los otros ius hijos, y nietos, con dolorosas lagrimas, tornaron ala tierra el venerable cuerpo, que para engendrar los suyos auia prestado Quando supo la donzella Mo raliza la muerte de este sancto Rey, subio en su pa lafre: y conla mayor priessa que pudo, vino al real palacio. Entrando por el, sossego el llanto que los moradores de aquella casa hazian por su Rey, y se nor: alos quales hablo por la manera siguiéte: Mucha causa teneys hijos de Adam de llorar la muerte de vuestro glorioso Padre, sin acordaros dela q el os causo, quando perdio la gracia: perdida nota ble fue aquella que os dio, pero sin comparacion fue notabilissima la ganacia que a su causahezistes, pues fue el en concausa, para que gozassedes de vn tan inestimable redemptor. Acordaos todos sus decendientes, que si este santo varon introduxo el pecado enel mundo, siendo el principio del, que tambien començo la penitencia enel, siendo el origen della, y la continuó muy austera, y prolixa, du randole tanto quanto le duro la vida. Este hizo admirables marauillas enesta santa virtud del arrepé timiéto: y biuio tan justificado enla caualleria espi ritual, que mediante la diuina clemencia que se sir uio de su virtuosa milicia, fue digno de ser visitado de altas, y consolatorias reuelaciones. Por donde no se pueden sufrir algunos que neciamente le cul pan, hablando en su pecado: pues allende que se opopen alos inuestigables juyzios del Señor, si como le son hij os enla culpa, patrizassen tabie, imitando su penitencia, no hablarian desacatadamente,