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MONADOLOGIA con respecto a sus criaturas), sino lo que un Príncipe con respecto a sus súbditos o hasta un padre a sus hijos.

85. De donde fácilmente se concluye que la reunión de todos los Espíritus debe formar la Ciudad de Dios; es decir, el más perfecto Estado posible bajo el más perfecto de los Monarcas. (§ 146.

Resumen.) 86. Esta Ciudad de Dios, esta Monarquía verdaderamente universal, es un Mundo Moral en el Mundo Natural, y lo más elevado y sublime que hay en las obras de Dios, y en ello consiste verdaderamente la gloria de Dios, ya que no habría tal gloria, si su grandeza y bondad no fueran conocidas y admiradas por los espíritus; y también la Bondad la tiene propiamente Dios con relación a esta Ciudad divina, en tanto que su sabiduría y su potencia se muestran por doquiera.

87. Y así como hemos establecido anteriormente una Armonía perfecta entre dos Reinos naturales, el de las causas Eficientes y el de las Finales, debemos notar aquí también otra armonía entre el reino Físico de la Naturaleza y el reino Moral de la Gracia; es decir, entre Dios considerado como Arquitecto de la Máquina del universo y Dios considerado como Monarca de la Ciudad divina de los Espíritus. (§ 62, 74, 118, 248, 112, 130 y 247.) 88. En virtud de esta Armonía, las cosas conducen a la Gracia por las sendas mismas de la Naturaleza, y este globo, por ejemplo, debe ser des-