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probarla a posteriori, puesto que existen seres contingentes, los cuales no hallan su razón última y suficiente sino en el Ser necesario, que tiene en sí mismo la razón de su existencia.

MONADOLOGIA 46. Sin embargo, no debe imaginarse nadie, como lo hacen algunos, que siendo las verdades eternas dependientes de Dios, son arbitrarias y dependen de su voluntad, como parece haber pensado Descartes y, tras él, el señor Poiret (¹).

Esto es cierto sólo tratándose de las verdades contingentes, cuyo principio es la conveniencia o elección de lo mejor; las verdades necesarias, empero, dependen únicamente del entendimiento divino, cuyo objeto interno son. (§ 180—184, 185, 335, 351 y 380.) 47. Así, pues, Dios sólo es la unidad primitiva o substancia simple originaria, y todas las Mónadas creadas o derivativas son producciones suyas, y nacen, por decirlo así, por Fulguraciones continuas de la divinidad de momento en momento, limitadas por la receptividad de la criatura, a la cual pertenece esencialmente el ser limitada. (§ 382—391, 398 y 395.) 48. Hay en Dios Potencia, que es como la fuente de todo; luego Conocimiento, que encierra el detalle de las ideas, y, por último, Voluntad, que efectúa los cambios o producciones, según el principio de lo mejor. (§ 7, 149 y 150.) Y esto responde a lo que, en las mónadas creadas cons(1) Cartesiano (1646—1719). Al final de su vida dióse a la mística, bajo la influencia de Jacobo Böhme.