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LICURGO.

Licurgo para la educacion. De Creta se trasladó Licurgo al Asia, queriendo, segun se dice, comparar con el régimen eretense, que era moderado y austero, la profusion y delicias asiáticas, como los médicos con los euerpos sanos los abotagados y enfermizos, para comprender mejor la diferencia de sus modos de vivir y de sus gobiernos. Descubriendo allí primero, segun parece, los poemas de Homero guardados por los descendientes de Creofito, y admirando en ellos entre los episodios que parece fomentan el deleite y la intemperancia, mezclada con gran artificio y euidado mucha politica y doctrina, los eopió con ánsia, y los recogió para traerlos consigo; pues aunque habia entre los Griegos cierta fama oscura de estos poemas, eran pocos los que tenian de ellos algun trozo dislocado, como los habia proporcionado el acaso; y Licurgo fué el primero que principalmente los dió á conocer. Los Egipcios creen que tambien los visitó Licurgo, y que admirado de la separacion que ellos más que otros pueblos hacian de la clase de los guerreros, la trasladó á Esparta, y confinando á los artesanos y operarios, formó un pueblo verdaderamente urbano y brillante; y en esto áun hay algunos escritores griegos que convienen con los Egipeios; pero que hubiese pasado tambien Licurgo á la Libia y á la España, y que habiendo corrido la India hubiese tratado con los Gimnosofistas, fuera del Esparciata Aristocrates el de Hipareo, no sabomos que lo haya dicho otro alguno.

Los Lacedemonios echaban mucho de ménos á Licurgo en su ausencia, y diferentes vcces le enviaron á llamar; porque en tos reyes no advertian que se diferenciasen en otra cosa del vulgo que en el nombre y los honores, y en aquél se descubria un ánimo superior, y cierto poder que atraia las voluntades. Aun á los reyes no era repugnante su vuelta, sino que más bien esperaban que, hallándose presente, la muchedumbre se contendria en su insolencia, Volviendo, pues, cuando los ánimos estaban ast dispuestos, TOMO 1.

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