Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo I (1879).pdf/295

Esta página no ha sido corregida
279
CAMILO.

dosela robada. El marido sobre esto le movió causa; pero como fuese vencido de Lucumon por sus muchos amigos, su gran riqueza y lo mucho que cxpendió, abandonó su pats; y noticioso de lo que era la nacion de los Galos, se pasó á ellos, y fué sa caudillo en esta expedicion de Italia.

Invadiéndola, pues, prontamente se apoderaron de todo el país, que se extiende á entrambos mares, y en lo antiguo lo poseyeron los Tirrenos, como los nombres mismos nos lo testifican: porque al mar del Norte le laman Adria, de la ciudad tirrena del propio nombre; y al que se inclina al austro, mar Tirreao. Toda ella es region poblada de árboles, abundante en pastos para el ganada, y regada de rios: contenia entónces diez y ocho ciudades grandes y hermosas, muy bien dispuestas para la granjería y para . las comodidades de la vida; las que ocuparon los Calos, arrojando de ellas á los Tirrenos; pero todo esto habia sucedido mucho tiempo ántes.

· A la sazon, acampados los Galos delante de la ciudad tirrena Clusio, le tenian puesto sitio; y los Clusinos, acogiếndose á los Romanos, les pidieron que por su Gobierno so enviaran embajadores y cortas á los bárbaros. Enviáronse tres de la familia de los Fabios, varones muy recomendables y que servian los principales cargos en la ciudad. Recibiéronlos los Galos con mucha humanidad por la nombradla de Roma, y suspendiendo el batir los muros, les dieron audiencia. Preguntándoles, pues, los embajadores, qué mal les habian hecho los Clusinos para venir así contra ellos, echándose á reir el Rey, que se lamaba Breno: «Nos injurian, dijo, los Clusinos, cuando es muy poco el terreno que pueden cultivar, con desear poseerle en gran extension, y no cedérnosle á nosotros, que somos forasteros, muchos en número, y lo habemos menester. De este mismo modo, oh Romanos, os injuriaron á vosotros en tiempos pasados los Albanos, Fidenates y Ardeates, y