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SOLON.

agregara á los que sentian mejor y con más justificacion, y les diera auxilio, corriendo ciesgo á su lado, en lugar de eaperar tranquilamente á ver quién vencia. La que parece absurda y ridícula es la que da facultad á la huérfana que beredaba, si el que era ya dueño y poseedor segun la ley habia ántes caido en impotencia, de ayuntarse con los patientes de éste. Hay quien diga que es justa la disposicion contra los que no estando para casarse, se unen sin embargo en matrimonio con estas huérfanas, llevados del deseo de enriquecer, excudándose con la ley para hacer violencia á la naturaleza; porque viendo que á la huérfana te era permitido ayuntarse con quien quisiera, ó se desistirian de aquel matrimonio, ó con vergüenza vivirian en él, pagando la pena de su codicia y liviandad: siendo asimismo muy bien dispuesto que no con cualquiera sino con un pariente se ayuntase ia huérfana, para que los hijos fresen de la misma casa y linaje. Hace al mismo propósito el que la novia bubiera de estar encerrada con el novio, y comerse juntos un membrillo, y el haber;de reunirse el que casaba tres veces cada mes con la buérfana; pues áun cuando no tuviesen hijos, el honor y cariño con que era tratada una mujer de conducta, eran muy propios para disipar disgustos de una y otra parte, y para no dar lugar á que con las riñas se enajenaran del todo los ánimos. En los demas matrimonios quitó los dotes, mandando que la que casaba Hevase tres vestidos y algunas alhajas de poco valor, y nada más, porque no queria que el matrimonio fuese lucrativo ó venal, sino que csta sociedad del hombre y la mujer se fundase precisamente en el deseo de la procreacion, en el cariño y en la benevolencia. Por eso Dionisio, pidiéndole su madro que la diera en matrimonio á uno de los ciudadanos, le respondió que estaba en su poder violentar las leyes de la eiudad, pero no las de la naturaleza, concertando matrimonios fuera de la edad. Y en las ciudades no se ha de tolerar semejante desórden, ni se han de