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COMPARACION DE LICURGO Y NUMA.



Pues que dejamos expuesta la vida de Licurgo y la de Numa, teniéndolos á ambos á la vista, aunque la empresa es difícil, no hemos de rehusar el confrontar las diferencias de uno á otro; porque los rasgos de semejanza en las mismas obras resplandecen: á saber, su prudencia, su piedad, su ciencia política, su cuidado de la educacion, y el tomar uno y otro de los Dioses únicamente el principio de su legislacion. De lo bueno que particularmente brilló en cada uno, lo primero en Numa es el modo de adquirir el reino, y en Licurgo el modo de restituirlo; porque aquél lo obtuvo sin apetecerlo, y éste, teniéndole, lo devolvió. Á aquél los extraños, de particular y forastero que era, lo erigieron en su señor, y éste de rey á si mismo se convirtió en particular. Es, pues, muy glorioso adquirir el reino precisamente por ser justo; pero es más glorioso todavía mostrar quo en más que el reinar se tiene la justicia: porque ał uno la virtud lo distinguió hasta el panto de que se le tuviera por digno de reinar; y al otro lo hizo grande hasta el extremo de saber despreciar un reino. Es lo segundo, que el uno introdujo una armonia como la de la lira en Esparta, que estaba vieiada y dada al regalo; y el otro quitó lo que habia en Roma de sobrado y de excesivamente enérgico; en lo que se ve que la mayor dificultad de la obra estuvo