Página:Las vidas paralelas de Plutarco - Tomo I (1879).pdf/136

Esta página no ha sido corregida
120
PLUTARCO.—LAS VIDAS PARALELAS.

que al carácter romano, por la enseňanza de este Pitágoras, se le bubiese pegado mucho del de los Laeedemonios.

Por otra parte, Numa de origen era Sabino; y los Sabinos tienen la pretension de ser colonia de Esparta. El computar, pues, las épocas es muy dificultoso, mayormente las que se toman de los juegos Olimpicos; cuya relacion se dice haber dado más tarde Hipias Eleo sin apoyo alguno para que se le deba creer. Referiremos, por tanto, lo que acerca de Numa nos parece digno de saberse, empezando per el exordio conveniente.

Hatlábase Roma en el año treinta y siete del reinado de Rómulo; y siendo el siete del quinto mes, dia que boy se llama las nonas Capratinas, celebraba Rómulo fuera de la eiudad cierto sacrificio público junto al lago llamado de la Cabra, con asistencia del Senado y de la mayor parte del pueblo, cuando de repente se notó en el aire una grandfsima alteracion, que arrojó liuvia sobre la tierra con viento y tempestad; y sucedió que sobrecogida la muchedumbre huyó y se dispersó, y el Rey desapareció, sia que se le bubiese podido encontrar, ni su cadáver tampoco, si habia muerto; de lo que se originó una terrible sospecha contra los patricios, y corrió la voz en et pueblo de que incomo- đados ya de antemano con ser súbditos, y queriendo apoderarse de la autoridad, babian muerto al Rey; porque parecia lambien que úitimamente los habia tratado con demasiada aspereza y despotismo. Lograron con todo curarse de esta sospecha, confiriendo à Rómulo bonores divinos, como que no habia muerto, sino que le babia cabido mejor suerte, y jurando Proclo, uno de lo8 más ilustres, haber visto á Rómulo que con armas era elevado al cielo, y haber oido una vo0z que le mandaba se le diese el nombre de Quirino. Mas otra nueva turbacion y alboroto agitó luégoe á la ciudad con motivo de la eleccion del futuro rey; no hallándose todavía bien incorporados los forasteros con los primeros ciudadanos, estando inquieto el pueblo en sí