que sería grande necedad en el Rey el creer que un hombre de Calastra como Dimno habia de haber tenido por sí semejante arrojo: por tanto, que no era sino ejecutor, ó más bien instrumento manejado por una fuerza superior; por lo que la asechanza se habia de buscar en aquellos á quienes más importaba que estuviese oculta. Con estos discursos y sospechas abrieron los oidos del Rey para que Begasen á ellos otras diez mil calumnias contra Filotas.
Hizole, pues, prender y le puso en juicio, asistiendo á la cuestion de tormento los amigos de Alejandro, y esca chando él mismo desde afuera sin que mediase más que uma cortina: así se refiere que profiriendo Filotas expresiones de abatimiento y compasion, y dirigiendo ruegos á Hefestion, dijo aquél: Pues si tan débil eras y de tan poco valor, oh Filotas. ¿por qué emprendias hechos tan arriesgados? Muerto Filotas, envió inmediatamente á la Media órden de que se quitara tambien la vida á Parmenion, anciano compañero de Filipo en las más de sus empresas; de los antiguos amigos de Alejandro el único ó el que más le habia incitado á la expedicion contra el Asia; y que de tres hijos que tenía en el ejército, de dos habia visto la muerte ántes, muriendo con el tercero. Estos hechos hicieron terrible á Alejandro para muchos de sus amigos, y especialmente para Antipatro; el cual nogoció reservadamente con los Etolios, comprometiéndose con ellos, y ellos con él recíprocamente: porque los Etolios temian á Alejandro por la ruina y mortandad de los Oiniadas: pues al saberia habia dicho Alejandro que no serian los hijos de los Oiriadas, sino él mismo quien tomase venganza.
De alli á breve tiempo ocurrió el lastimoso acontecimiento de Clito: para los que meramente lo oyen, más cruel que el de Filotas; pero para los que reflexionan sobre el tiempo y la ocasion, efecto más bien de desgracia det Rey, que de su voluntad y su intencion, siendo la mala suerte de Chito la que en la ira y en la embriaguez proper.