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CAYO MARIO.

ando con un enemigo, le quitó la vida á presencia del eral; por lo que, además de otros honores que éste le ensó, moviéndose en cierta ocasion plática entre cena ca de los generales, como preguntase uno de los prees, bien fuera porque realmente dudase, ó porque hie por gusto aquella pregunta á Escipion, cuál sería el eral y primer caudillo que despues de él tendria el pueromano, hallándose Mario sentado á su lado, le pasó 'emente la mano por la espalda, y respondió: «Quizá »¡Tal era la disposicion que desde pequeño presenel uno para llegar á ser grande, y tal tambien la del para del principio conjeturar el fin!

cese que Mario, inflamado en sus esperanzas con esta esion como con un fausto agüero, aspiró á tomar en el gobierno, y que le cupo en suerte el tribunado plebe, siendo su solicitador Cecílio Metelo, cuya casa quió desde el principio, por sí y por su padre. En su inado escribió sobre el modo de votar una ley, que ce quitaba á los poderosos su grande influjo en los s, á la cual se opuso el cónsul Cota, logrando perir al Senado que contradijese la ley y que se hiciese Darecer á Mario á dar razon de su propuesta. Escri» este decreto; y entrando Mario, no se portó como un Pre nuevo á quien ninguno de algun lustre habia prelo, sino que tomando de sí mismo el mostrarse tal, le acreditaron despues sus hechos, amenazó á Cota Lue lo llevaria á la cárcel si no abrogaba su resolucion.

éndose éste entonces á Metelo, le preguntó cuál era ictámen; y levantándose Metelo, apoyaba al cónsul; Mario, llamando al lictor que estaba fuera, le dió órde que llevara á la cárcel al mismo Metelo. Imploraba el auxilio de los demas tribunos, y como ninguno se presentase, cedió el Senado, y desistió de su decretoiendo entonces ufano Mario adonde estaba la muchembre, hizo sancionar la ley, ganando opinion de ser inTOMO 1.

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