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Pelópidas.

terrados se hallaban en Atenas amados de la muchedumbre, y honrados de los hombres virtuosos y rectos, trató de armarles escondidas asechanzas, para lo cual se valió de unos hombres desconocidos, que con engaños dieron muerte á Andróclides, librándose de sus manos los demas.

Enviáronse tambien cartas por los Lacedemonios á los Atenienses, en que les ordenaban que no recibiesen ni auxiliasen en sus intentos á los desterrados, sino que los hiciesen salir como pregonados por enemigos públicos de toda la federacion. Mas los Atenienses, en quienes parece ingénito el ser humanos, correspondiendo a los de Tebas, que fueron la principal causa de que volviesen á su patria, y que dieron un decreto para que si algun Ateniense llevase armas contra los tiranos por la Beocia, ningun natural de ella hiciese demostracion de que lo veia ó lo entendia, ni en lo más mínimo ofendieron á los Tebanos.

189 Pelópidas, aunque todavía muy jóven, fué de uno en uno alentando á los desterrados; y áun en comun les manifestó en un discurso, que no era justo ni puesto en razon dejar á la patria en esclavitud y con guarnicion extranjera, y no pensar ellos en otra cosa que en vivir y conservarse pendientes de los decretos de los Atenienses, y haciendo obsequios á los que eran diestros en el decir y manejaban á la muchedumbre segun su arbitrio; sino que debian arriscarse á las mayores empresas, proponiéndose por ejemplo la virtud y resolucion de Trasi bulo: para que así como éste, partiendo de Tebas, destruyó en Atenas á los tiranos, de la misma manera ellos, volviendo desde Atenas restituyesen á Tebas la libertad. Persuadióles con eslas razones, é inmediatamente enviaron á Tebas con la conveniente reserva quien manifestara á los amigos que allí habían quedado lo que tenian resuelto. Convinieron estos en ello; y Caron, sin embargo de ser muy principal, se prestó å ofrecer su casa, y Filidas vió modo de hacerse secretario de Arquias y Filipo, que eran Polemarcos. Epami-