Página:Las siete tragedias de Sófocles - Biblioteca Clásica - CCXLVII (1921).pdf/208

Esta página no ha sido corregida
188
TRAGEDIAS DE SÓFOCLES

estas diosas e invoco a Marte, que infundió en vosotros ese terrible odio . Qido esto, vete y diles, cuando lle gues, a todos los cadmeos y también a tus fieles aliados, el motivo por qué Edipo reservó para sus propios hijos tales presentes .

Coro.—Polinices, por el viaje que has hecho no ', puedo felicitarte, y ahora vete cuanto más pronto de aqui.

Polinices.—¡Ay camino de mi malaventura! ¡ Ay de mis amigos! ¡ Y para este resultado me lancé a la expe dición desde Argos, oh infeliz de mi!; pues tal es, que 'ni me es posible manifestarlo a ninguno de mis amigos, ni hacerlos retroceder, sino que, guardando silencio, debo correr con esa suerte . ¡ Oh niñas, hermanas mias!

A vosotras, pues, ya que habéis oido . la crueldad del padre que así me maldice, os ruego por los dioses que si las maldiciones del padre se cumplen y vosotras vol véis de algún modo a la patria, no me menospreciéis, sino sepultadme y celebrad mis funerales; que vuestra gloria de ahora, la que tenéis por las penas que pasáis por este hombre, se acrecentará con otra no menor por la asistencia que me prestéis .

Antígona.—Polinices, te suplico que me obedezcas . »

Polinices.—¡Oh queridisima Antigona!, ¿en qué?

Habla .

Antígona.—Haz que vuelva el ejército a Argos lo más pronto posible, y no te pierdas a ti mismo y a la ciudad .

Polinices.—Pero no es posible; pues cómo podria yo reunir de nuevo ese mismo ejército, una vez me vean temer?

Antígona.—¿Qué necesidad tienes ya, ¡ oh hijo!, de dejarte llevar del furor? ¿Qué beneficio te trae la des trucción de la patria?