Página:Las siete tragedias de Sófocles - Biblioteca Clásica - CCXLVII (1921).pdf/191

Esta página ha sido corregida
171
EDIPO EN COLONO

Coro.—Vete, extranjero; fuera pronto, pues ni lo que haces ahora es justo, ni lo que antes has hecho.

Creonte.—(A los suyos.) La ocasión exige que os la llevéis por fuerza, si voluntariamente no quiere seguir.

Antígona.—¡Ay infeliz de mi! ¿Dónde me refugio? ¿De quién obtendré auxilio? ¿De los dioses o de los hombres?

Coro.—¿Qué haces, extranjero?

Creonte.—No tocaré a ese hombre; pero si a ésta, que es mía.

Edipo.—¡Oh principes de esta tierra!

Coro.—Extranjero, injustamente procedes.

Creonte.—Justamente.

Coro.—¿Cómo justamente?

Creonte.—A los mios me llevo.

Edipo.—¡Ay ciudad!

Coro.—¿Qué haces, extranjero? ¿No la sueltas? Pronto a la prueba de mis manos vendrás.

Creonte.—Abstente.

Coro.—No ciertamente de ti, mientras persistas en tal conato.

Creonte.—Con mi pueblo lucharás, pues, si en algo me perjudicas.

Edipo.—¿No os anunció eso yo?

Coro.—Suelta de tus manos a la muchacha pronto.

Creonte.—No mandes en lo que no imperas.

Coro.—(A Antigona.) Que te sueltes te digo.

Creonte.—Y yo que sigas tu camino.

Coro.—¡Corred aquí; venid, venid, vecinos! La ciudad es atacada; nuestra ciudad, por la fuerza. ¡Acorrednos aquí!

Antígona.—¿Me arrastran, pobre de mí! ¡Oh extranjeros, extranjeros!

Edipo.—¿Dónde, hija, te me vas?