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EDIPO EN COLONO

ahora, al llegar aqui como suplicante de estas diosas, se nos ofrece como no pequeño tributo a esta tierra y a mí? Lo cual respetando yo, nunca rechazaré el favor de éste, y en mi pais como vecino le aposentaré. [Si, pues, aquí le es gustoso al huésped morar, te ordeno que lo defiendas; y si le agrada más venirse conmigo, de las dos cosas, Edipo, te doy a elegir la que quieras, que con ello me conformaré. ]

Edipo.—¡Oh Júpiter! Concede tu favor a estos hombres tan dignos.

Teseo.—¿Qué deseas, pues? ¿Quieres venir a mi.casa?

Edipo.—Si me fuera permitido... Pero el sitio es éste...

Teseo.—¿Qué has de hacer en él? No te contradeciré...

Edipo.—en el cual triunfaré de los que me han desechado...

Teseo.—si me dijeres el gran provecho de tu permanencia.

Edipo.—si persistes hasta el fin en cumplirme lo que me has prometido.

Teseo.—Confia en lo que de mi dependa; no temas que te haga traición.

Edipo.—No quiero obligarte con juramento, como si fueses hombre malo.

Teseo.—Es que no ganarias más que con mi simple promesa.

Edipo.—¿Qué harás, pues?

Teseo.—¿Qué es lo que te tiene más intranquilo?

Edipo.—Vendrán hombres.

Teseo.—Pero éstos cuidarán.

Edipo.—Mira que al dejarme...

Teseo.—No me digas lo que yo debo hacer.

Edipo.—Preciso es que tema.