El poeta Doreid, su carácter generoso y su amor por la céle- bre poetisa Tumadir el Khansa
Cuentan que un día el poeta Doreid, hijo de
Simmah, jeique de la tribu de los Bani-Jucham,
que vivía en la época de la gentilidad y era tan
valeroso jinete como reconocido poeta, y dueño de
numerosas tiendas y de buenos pastos, partió en
razzia contra la tribu rival de los Bani-Firás, cuyo
jeique era Rabiah, el guerrero más intrépido del
desierto.
Y Doreid iba á la cabeza de una tropa de jine- tes escogidos entre los mejores de la tribu. Y al desembocar en un valle del territorio enemigo de los Bani-Firás, divisó á lo lejos, en el extremo opuesto del valle, un hombre à pie que conducía á una mujer montada en un camello. Y después de examinar un momento el convoy, Doreid se en- caró con uno de sus jinetes, y le dijo: «¡Lanza tu caballo al galope y dirigete á ese hombre!>>
Y partió el jinete, y cuando llegó adonde pu- diera hacerse oir, gritó al hombre: «¡Suelta la pre- sa, déjame esa mujer y salva tu vida!» Y reiteró por tercera vez su intimación. Pero el hombre le dejó acercarse; luego, calmoso y plácido, sin apre- surar el paso, entregó el ronzal del camello á la