Página:Las mil noches y una noche v22.djvu/80

Esta página ha sido corregida
78
LAS MIL NOCHES Y UNA NOCHE
En este momento de su narración, Schahrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.


PERO CUANDO LLEGÓ
LA 945.ª NOCHE

Ella dijo:

...Y el rey se maravilló del frasco hasta el límite de la maravilla, y dijo á Yasmina, la dama de los árabes: «¿Puedes decirme ¡oh hermano mío! dónde has comprado ese prodigioso frasco?» Ella contestó: *No lo he comprado por dinero.» Él preguntó: «Entonces, ¿por qué lo has comprado?» Ella dijo: «Vi este frasco en poder de un individuo, y dije al individuo: «¡Dame ese frasco, y pideme lo que quieras!» Y me contestó: «Este frasco, no se vende ni se compra. ¡Pero si quieres que te lo dé, ven á hacer una vez conmigo lo que hace el gallo con la gallina! Y después te daré el frasco.» Y yo hice lo que quería de mi. Y me dió el frasco.»

Claro es que Yasmina sólo hablaba así porque tenía una idea premeditada.

Cuando el rey hubo oído estas palabras, le dijo: «Está bien, y la cosa es fácil. ¡Si quieres darme el frasco, yo también consiento en que me hagas la misma cosa dos veces en lugar de una!» Y la dama de los árabes dijo: «¡No, dos veces no es bastante! ¡Abra Alah la puerta de la ganancia!» El rey dijo.