Página:Las mil noches y una noche v22.djvu/28

Esta página ha sido corregida
26
LAS MIL NOCHES Y UNA NOCHE

atontado. Pero no tardé en despedirme de la joven para seguir el camino emprendido. Y cuando le besaba yo la mano, me deslizó ella entre los dedos una bolsa de cien dinares, diciéndome: «Para tus gastos de hoy, ¡oh mi señor! Pero ¡inschalah! pronto tendrás más pruebas de la generosidad de tu agradecida.» Y le di las gracias vivamente, y tan conquistado estaba por ella, que no pude por menos de decirle: «Por tu vida, ¡oh señora mia! ¿consentirás en casarte conmigo cuando este asunto se termine?» Y ella se echó á reir, y me dijo: «Olvidas ¡ya saied Moin! que ya estoy casada y ligada por promesas, por fe y por juramento con la que posee mi corazón. ¡Pero sólo Alah conoce el porvenir! Y no sucederá nada que no deba suceder. ¡Uassalam!...»

En este momento de su narración, Schahrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.
PERO CUANDO LLEGÓ
LA 939.ª NOCHE

»...ya estoy casada y ligada por promesas, por fe y por juramento con la que posee mi corazón. ¡Pero sólo Alah conoce el porvenir! Y no sucederá nada que no deba suceder. ¡Uassalam!»

Y salí de su casa bendiciéndola, y sin tardanza