Página:Las mil noches y una noche v22.djvu/183

Esta página ha sido corregida
181
HISTORIA DEL PASTEL HILADO...
PERO CUANDO LLEGÓ
LA 960.ª NOCHE

Ella dijo:

...Entre otras aflicciones sufridas por aquel Job de la paciencia, he aquí lo que le sucedió.

Pues que su esposa fué á buscarle un dia (¡Alah aleje de nosotros días parecidos!), y le dijo: «¡Oh Maruf! Quiero que esta noche, al volver á casa, me traigas un pastel de kenafa hilado con miel de abejas.» Y el pobre Maruf contestó: «¡Oh hija del tio! Si Alah el Generoso quiere ayudarme á ganar el dinero necesario para comprar esa kenafa con miel de abejas, sin duda te la compraré, por encima de mi cabeza y de mis ojos. El caso es que hoy ¡por el Profeta! (¡con Él la plegaria y la paz!) no tengo la menor moneda. Pero Alah es misericordioso y nos allanará las cosas difíciles.» Y la endemoniada exclamó: «¿Qué estás hablando de la intervención de Alah en tu favor? ¿Acaso crees que, para satisfacer mis ganas de pastel, voy á esperar á que la bendición de Alah vaya á ti ó no vaya á ti? No, por vida mia, no me agrada esa manera de hablar. Ganes ó no ganes en la jornada, necesito una onza de kenafa hilada con miel de abejas; y en modo alguno consentiré que se quede sin satisfacer cualquier deseo mío. Y si, por tu desdicha, vuelves á casa esta no-