ella me dijo: «Cállate, ¡oh capitán! porque eso es un misterio de amor, y son pocas las personas capaces de comprenderlo...
PERO CUANDO LLEGÓ LA 938.ª NOCHE |
Ella dijo:
...Cállate, ¡oh capitán! porque eso es un misterio de amor, y son pocas las personas capaces de comprenderlo. Bástete saber que cuento contigo para que me ayudes á penetrar en casa del kadi; y obrando así, te harás acreedor á la gratitud de una mujer que no ha de olvidarte.» Y al oir aquello, me maravillé en extremo, y pensé: «¡Vaya, ualahí, ¡oh maese Moin! hete aquí ahora solicitado para proxeneta de una mujer con otra mujer! ¡Es una aventura que no tiene igual en la historia del proxenetismo! ¡No hay inconveniente en que cargues con ello tu conciencia!» Y dije á la joven adorada: «Pichona mía, el asunto de que me hablas es un asunto muy delicado; y aunque no comprendo sus circunstancias, puedes contar con mi obediencia, así como con mi abnegación. Pero, ¡por tu vida! ¿cómo voy á serte útil en todo eso?» Ella dijo: «¡Fa-