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LAS MIL NOCHES Y UNA NOCHE
En este momento de su narración, Schahrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.


PERO CUANDO LLEGÓ
LA 956.ª NOCHE


Ella dijo:

...Y vió que aquel jardin, fragmento destacado del alto paraíso, surgía ante sus ojos tan hermoso como un crepúsculo granate. Y en medio de aquel jardín había un anchuroso pilón lleno de agua de rosas hasta los bordes. Y en el centro de aquel pilón precioso se alzaba, única en su tallo, una flor color rojo de fuego muy abierta. Y era la rosa marina. ¡Oh! ¡qué admirable era! Sólo el ruiseñor podría hacer su verdadera descripción.

Y el príncipe Nurgihán, maravillado de su hermosura y embriagado con su olor, comprendió, desde luego, que una rosa semejante debía estar dotada de las más milagrosas virtudes. Y sin vacilar, se quitó sus vestidos, entró en el agua perfumada, y fué á arrancar el rosal entero con su única flor.

Luego, enriquecido con aquella delicada carga, el jovenzuelo volvió al borde del pilón, se secó y se vistió á la sombra de los árboles, y ocultó la planta bajo su manto, mientras las aves, escondidas en los cañaverales, contaban en su lenguaje á