PERO CUANDO LLEGÓ LA 955.ª NOCHE |
Ella dijo:
»...Porque se trata de la rosa marina cultivada por la joven de China.»
Y explicaron al rey que en el lejano interior del país de China había una princesa, hija del rey Firuz-Schah, que en su jardín tenía el único arbusto de aquella rosa marina conocido, cuya virtud curaba los ojos y devolvía la vista, incluso á los ciegos de nacimiento.
Y el rey Zein El-Muluk, al oír estas palabras de sus médicos, hizo proclamar por los pregoneros, en todo su reino, que quien le llevara la rosa marina de la joven de China tendría en recompensa la mitad de su Imperio.
Y luego aguardó el resultado, llorando como Jacob, consumiéndose como Job y empapándose en la sangre de su corazón separado en dos lóbulos.
Y he aquí que entre los que partieron para el país de China en busca de la rosa marina estaban los dos hijos mayores de Zein El-Muluk. Y también partió el joven príncipe Nurgihán. Porque habíase dicho: «Voy á probar, en la piedra de toque del pe-