Página:Las mil noches y una noche v22.djvu/106

Esta página ha sido corregida
104
LAS MIL NOCHES Y UNA NOCHE

te molestes; y te daré los veinte dinares.» Y el tañedor de clarinete le enseñó su casa, y se apresuró luego á buscar otra gallina en lugar de aquella tan ponedora, y la hizo guisar para su esposa. Y pagó liberalmente su trabajo à la comadrona.

Y al dia siguiente dijo á su esposa: «¡Oh hija del tio! Guárdate de degollar á la gallina negra que hay en la cocina. Es la bendición de la casa. Nos pone huevos que al precio corriente valen veinte dinares de oro cada uno...

En este momento de su narración, Schahrazada vió aparecer la mañana, y se calló discretamente.


PERO CUANDO LLEGÓ
LA 949.ª NOCHE


Ella dijo:

»...Nos pone huevos que al precio corriente valen veinte dinares de oro cada uno. ¡Y quien nos los compra á ese precio es el mercader judio!»

Y efectivamente, el judío se dedicó á ir todos los días por el huevo recién puesto, pagándoles veinte dinares de oro al contado. Y el tañedor de clarinete no tardó en vivir con mucha holgura y en abrir una hermosa tienda de mercader en el zoco.

Y cuando tuvo edad para ir á la escuela su hijo, que había nacido el dia de la llegada de la gallina,