Página:Las mil noches y una noche v2.djvu/222

Esta página no ha sido corregida
220
LAS MIL NOCHES Y UNA NOCHE

sufrir, y lo siente muchisimo. Todos lamentamos tus sufrimientos.» Pero el infeliz Bacbuk había re- cibido tanto palo y estaba tan molido, que no pudo contestar palabra. Y hallándose en tal estado, se presentó el jei- que que había escrito su contrato de matrimonio con la esclava blanca. Y le deseó la paz, y le dijo: «¡Concédate Alah larga vida! ¡Así sea bendito tu matrimonio! Estoy seguro de que acabas de pasar una noche feliz y que has gozado los transportes más dulces y más intimos, abrazos, besos y copu- laciones desde la noche hasta la mañana. » Y mi hermano Bacbuk le contestó: «¡Alah confunda á los embaucadores y á los pérfidos de tu clase, traidor á la milésima potencia! Tú me metiste en todo esto para que diese vueltas al molino en lugar del buey del molinero, y eso hasta la mañana.» Entonces el jeique le invitó á que se lo contase todo, y mi her- mano se lo contó. Y entonces el jeique le dijo: «Todo eso está muy claro. No es otra cosa sino que tu es- trella no concuadra con la estrella de la joven.>> Y Bacbuk le replicó: «¡Ah, maldito! Anda á ver si puedes inventar más perfidias.» Después mi her- mano se fué y volvió á meterse en su tienda, con el fin de aguardar algún trabajo que le permitiese ganar el pan, ya que tanto había trabajado sin cobrar. Y mientras estaba sentado, hete aquí que se pre- sentó la esclava blanca, y le dijo: «Mi ama te quiere muchísimo, y me encarga te diga que acaba de su-