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HISTORIA DEL JOROBADO...

¡Libradme al instante de este estúpido, al cual crei hombre de buenas maneras!» Y yo le pregunté: «¿Y por qué me juzgas estúpido ó loco?» Y ella dijo: ¡Insensato! ¡Ya no te quiero, por tu poco juicio y tu mala acción!» Y cogió un látigo que estaba cerca de ella, y me azotó con tan fuertes golpes, que per- di el conocimiento. Entonces ella se detuvo, y dijo á las doncellas: «Cogedlo y llevádselo al goberna- dor de la ciudad, para que le corten la mano con que comió los ajos.» Pero ya había yo recobrado el conocimiento, y al oir aquellas palabras, exclamé: <<¡No hay poder y fuerza mas que en Alah Todopo- deroso! ¿Pero por haber comido ajos me han de cor- tar una mano? ¿Quién ha visto nunca semejante cosa?» Entonces las doncellas empezaron á inter- ceder en mi favor, y le dijeron: «¡Oh hermana, no le castigues esta vez! ¡Concédenos la gracia de per- donarie!» Entonces ella dijo: «Os concedo lo que pedís; no le cortarán la mano, pero de todos modos algo he de cortarle de sus extremidades.» Después se fué y me dejó solo.

En cuanto á mí, estuve diez dias completamen- te solo y sin verla. Pero pasados los diez días, vino á buscarme y me dijo: «¡Oh tú, el de la cara enne- grecida! (1). ¿Tan poca cosa soy para ti, que co- miste ajo la noche de la boda?» Después llamó á sus siervas y les dijo: «¡Atadle los brazos y las

(1) Expresión muy usada: significa que no se ha ejecutado bien un acte cualquiera. En cambio, cuando se dice: «Tu cara se ha blanqueado», se quiere decir que alguien ha salido airosísimo de algún trance.