¡EN EL NOMBRE DE ALAH
EL CLEMENTE,
EL MISERICORDIOSO!
¡La alabanza a Alah, amo del universo! ¡Y la plegaria y la paz para el príncipe de los enviados, nuestro señor y soberano Mohamed! Y, para todos los suyos, la plegaria y la paz siempre unidas esencialmente hasta el día de la recompensa.
¡Y después! a, que las leyendas de los antiguos sean una lección para los modernos, a fin de que el hombre aprenda en los sucesos que ocurren a otros que no son él. Entonces respetará y comparará con atención las palabras de los pueblos pasados y lo que a él le ocurra, y se reprimirá.
Por esto ¡gloria a quien guarda los relatos de los primeros como lección dedicada a los últimos!
De estas lecciones han sido entresacados los cuentos que se llaman «Mil noches y una noche», y todo lo que hay en ellos de cosas extraordinarias y de máximas.