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HISTORIA DEL MANDADERO...

Luego, la efrita, volviéndose hacia el califa, le dijo: «El autor de los malos tratos contra la joven Amina es tu propio hijo El-Amín.» Y le refirió la historia, en cuya veracidad creyó el califa por venir de labios de una segunda persona, no humana, sino efrita. Y el califa se quedó muy asombrado, pero dijo: «¡Loor á Alah porque intervine en el desencanto de las dos perras!» Después mandó llamar á su hijo El-Amín, le pidió explicaciones, y El-Amín respondió con la verdad. Y entonces el califa ordenó que se reuniesen los kadíes y testigos en la misma sala en donde estaban los tres saalik, hijos de reyes, y las tres jóvenes, con sus dos hermanas desencantadas recientemente.

Y con auxilio de kadíes y testigos, casó de nuevo á su hijo El-Amín con la joven Amina; á Zobeida con el primer saaluk, hijo de rey; á las otras dos jóvenes con los otros dos saalik, hijos de reyes; y por último mandó extender su propio contrato de casamiento con la más joven de las cinco hermanas, la virgen Fahima, ¡la proveedora agradable y dulce!

Y mandó edificar un palacio para cada pareja, enriqueciéndoles para que pudiesen vivir felices. Y en cuanto anocheció fué á tenderse entre los brazos de la joven Fahima, con la cual hubo de pasar una noche de las más gratas.


«Pero—dijo Schahrazada dirigiéndose al rey Schahriar—no creas, ¡oh rey afortunado! que esta historia sea más prodigiosa que la que ahora sigue.»