valles pesa el aire más que en la cumbre de las montañas. Para medir estas diferencias de densidad se ha inventado el útilísimo aparato llamado barómetro, que por tenerlo en casa os es bien conocido. Cuando se sube á una montaña de gran elevación, se van dejando bajo nuestros pies muchas capas atmosféricas, que son las más pesadas, y por consiguiente, la presión ejercida por el aire sobre la columna de mercurio del barómetro va siendo cada vez menor, y por esto el mercurio sube. De este modo, y ateniéndose á las indicaciones de tan ingenioso aparato, se han podido medir con bastante aproximación muchas alturas.
—Entonces ya me explico cómo pueden calcular la elevación á que están los que suben en un globo— dijo Luis.
—Muy oportuna es tu observación, querido sobrino, porque, en efecto, del barómetro más ó menos perfeccionado se valen para ese fin los aeronautas, que tal es el nombre que se da á los que se elevan en globo á través de los aires. De seguro habéis visto muchas veces estos aparatos, que se reducen á una gran bolsa de tafetán barnizado, henchida con gas del alumbrado ó con hidrógeno, de modo que al dilatarse pesa menos que un volumen igual de aire atmosférico, y por consiguiente, se eleva hasta llegar á una altura en que el peso específico de la atmósfera sea igual que el suyo. Por lo general, los que suben en un globo no alcanzan elevaciones mayores de 2.000 ó 3.000 metros; algunos llegan hasta 4.000, que es próximamente la altura del pico de Muley Hacen, en