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LAS FUERZAS EXTRAÑAS

montes de Judea poblados de jabalíes; los arrabales de Arimatea, los de Lydia sembrados de aquellas palmas idumeas bajo las cuales curó Pedro al paralítico; y al llegar al pozo de la virgen, la llanura de Sarón, cubierta de alelíes y tulipanes se desplegó ante ellos desde Gaza hasta el Carmelo, y desde los montes de Judea hasta los de Samaría, denunciándose en la obscuridad con el aroma de sus flores. Tal iban evocando los pasajes de la sacra historia por los mismos lugares de su tránsito, aquellos ilustres guerreros.

Wilírido habíase rezagado un tanto. Los otros tres mantenían su piadosa conversación; y el señor de Sabrán refirió á sus compañeros la historia de la ciudad adonde se dirigían.

Jafa está, decía, en la heredad de Dan y es más antigua que el diluvio. En ella murió Noé; á ella venían las flotas de Hiram cargadas de cedro; en ella se embarcó Jonás para cruzar el mar, aquel Gran Mar "que vio á Dios y retrocedió", dice el Salmista; ella sufrió el peso de cinco invasiones y fué incendiada por Judas Macabeo. Allí resucitó Pedro á Tabita; allí Cestio y Vespasiano repleta- ron de oro sus legiones; y en su ciudadela manda ahora en nombre del Soldán, el feroz Abu-Djezzar- Mohamedibn-el-Thayybel-Achary, á quien llaman familiarmente Abu-Djezzar, y cuyos sicarios re-