trado ya hasta la evidencia que la sensibilidad no es una propiedad exclusiva de la materia llamada orgánica.
Ahora, en cuanto á la producción de los seres vivos, las fuerzas de las moléculas libres en el seno de los líquidos; la presión osmótica que es un fenómeno fundamental de la vida orgánica, las propiedades todavía vagas—mas no por ello menos prodigiosas—de los metales coloidales tan semejantes á los fermentos orgánicos en sus manifestaciones[1]—todo eso está indicando cómo debió producirse grosso modo el fenómeno. La generación espontánea, es entonces un hecho real, bien que limitado á épocas, por la coexistencia en ellas de diversas circunstancias; todo depende de las condiciones en que se halle el átomo.
Los seres vivos son máquinas poderosas de eterización, porque son los cuerpos más sensibles, y la sensibilidad es-ya lo hemos dicho—la radioactividad de la materia. El amor es el producto
- ↑ Las diastasas, las toxinas, presentan también analogías sorprendentes con los metales en estado coloidal. Estos obran sobre ciertos cuerpos (formiatos, alcoholes) como las bacterias específicas de ciertas transformaciones, y son neutralizadas por los mismos cuerpos. El átomo, resumen de las fuerzas primordiales, lleva en sí resumida la potencia de todos los fenómenos, y le basta cambiar de estad) para producirlos á todos.